martes, 27 de noviembre de 2012

CATEDRAL




















































































Cuando entré en la catedral, no pude evitar preguntarme si el señor Larraín conoció la obra de Freyssinet, Poelzig o Jensen-klint. Lo cierto es que la catedral de Chillán (1939-1950) tiene el mismo aire de los hangares para dirigibles de Orly, aunque la técnica constructiva es muy distinta (Freyssinet utilizaba dovelas prefabricadas soportadas por una cimbra metálica que luego se postesaban, mientras que aquí parece que Larraín ha construido cada arco como una lámina de hormigón sobre cimbra desplazable. A ver si me entero y lo añado). Ya puestos, he sumado también otro hangar de dirigibles famoso porque, si las iglesias se hacían grandes porque eran la casa de dios, los hangares de dirigibles son la guarida de algunos de los monstruos más enormes que han inventado los hombres. Son verdaderas catedrales de la técnica, y su espacio también es sobrecogedor y grandioso.








Hangar para dirigibles en Orly. E. Freyssinet, 1923



















Hangar One, Moffet Field, Karl Arnstein, 1931




























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